Lo más absurdo de este mundo son las esperanzas y el miedo. La esperanza de tener algo que no poseo y el miedo de perder lo que ya tengo."
Alejandro Jodorowsky
Hay momentos en la vida que nos complicamos demasiado....con lo fácil que seria seguir lo que hacíamos de pequeños, no?
Fue en Stanford, en 2005. Steve Jobs pronunció un discurso que una década después está considerado como un clásico del desarrollo personal. Un pequeño manual de filosofía práctica donde en apenas 15 minutos habla del amor, los sueños, la pérdida, la muerte o la importancia de mantener el inconformismo. El discurso empieza señalando la importancia de unir los puntos, del tesoro oculto que existe en todas aquellas cosas que aparentemente no sirven para nada. Jobs nos confiesa cómo esas cosas insignificantes transformaron su vida y, en cierta medida, la de la informática. Cuando dejó la universidad decidió asistir a un curso de caligrafía. No tenía ninguna razón para ello; simplemente le atraía la idea, la encontraba interesante y sutilmente bella, explicó. Entonces no pensó que esa decisión tuviera la menor incidencia en su vida. Pero años más tarde, cuando diseñó el primer ordenador, todo lo que había aprendido entonces le permitió revolucionar el aspecto de los ordenadores. Como él mismo señaló: “Si nunca me hubiera dejado caer por aquel curso en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías ni caracteres con espaciado proporcional"
Acabamos de narrar una experiencia particular de unir los puntos. Pero no es la única; cada uno puede encontrar la suya. Hay ejemplos ilustres. Desde Mick Jagger y sus estudios de finanzas, que ayudaron a los Rolling Stones a consolidar y rentabilizar la carrera más exitosa de la historia del rock, hasta las artes marciales que sirven a Zlatan Ibrahimovic para marcar goles imposibles usando técnicas de kárate. Pero también podemos encontrar casos anónimos de transformación, ya sea el de una persona que combina su pasión por los cuentos infantiles con el marketing y se convierte en un experto de la narración, o quien emplea todo lo aprendido en las clases de baile de salón para negociar con sus proveedores. Da igual cuáles: cada uno tiene sus puntos. Lo importante es combinar y unirlos en nuestro día a día para tener una vida más rica, mágica y sorprendente. |